ESCAPADA A BOUAKÉ (II)

En el post anterior se me olvidó comentaros varias cosas. Pequeñas anécdotas, pero reveladoras de cómo es este país africano.

Un aspecto que me dejó muy descolocado fue nada más llegar al centro hospitalario para discapacitados, en un pueblito de las afueras de Bouaké. La entrada consistía en una verja roñosa y destartalada, con una garita que se caía a trozos. Tras recorrer los 100 metros de camino, llegué al patio arbolado. Los edificios que lo rodeaban, para los enfermos... sin cristales, con paredes que se caían... No me atreví a preguntar, por no incomodar. Pero Alphonse me comentó que era uno de los mejores hospitales del Oeste de Africa, pero que la guerra le hizo pasar factura: miembros de un bando se escondieron en el mismo y los del otro entraron a sangre y fuego, destrozando absolutamente todo, incluso quemando material del hospital. VERGONZOSO. Me daban ganas de llorar. Pero parece ser que una Fundación europea va a destinar fondos para la reconstrucción del hospital. SOLIDARIDAD. Eso es que lo que este podrido mundo necesita. En cualquier caso, los niños fueron atendidos correctamente, comieron y durmieron... Es lo principal.

Y es que, efectivamente, Costa de Marfil ha sufrido una guerra durante la última década. Si bien la guerra ha finalizado, con Ouattara como Presidente de la República y con el ex-Presidente Gbagbo en la Corte Penal Internacional, aún a día de hoy la población sigue dividida en dos. Son muchos los factores que hicieron estallar la guerra. He de decir que Korhogo es una ciudad que apoyó, como Francia y la ONU, a Ouattara. Yo por si acaso no hablo en público. Escucho, veo... pero no opino en público. Al fin y al cabo, es un asunto de marfileños, no? Comparto enlaces por si os interesa profundizar:

http://es.wikipedia.org/wiki/Primera_guerra_civil_de_Costa_de_Marfil

http://es.wikipedia.org/wiki/Segunda_guerra_civil_de_Costa_de_Marfil

Una aventura que me pasó. Generalmente, hay controles policiales en las entradas y salidas de cada ciudad, aunque nunca hacen parar a nadie salvo para recibir sobornos. Al llegar a Bouaké, el policía hace el gesto de dejarnos pasar pero... me doy cuenta de que me mira y hace que nos paremos. Nos pide los papeles mientras no me quita ojo de encima, hace preguntas... Evidente: nos estaba fastidiando para que "el blanco" le diera dinero. Sin embargo, y como un milagro, mira la cruz misionera que Javier me regaló -la cual no me la quito- y me pregunta si soy cura, tratándome de usted. Mi respuesta fue "por supuesto! Pero tenemos prisa, debemos llevar a estos niños al hospital". Y contrariado, nos dejó pasar. Corrupción... tan asquerosa es la que se hace a gran escala -vomitivo todo lo que leo en los diarios- como la que se hace a pequeña escala. Y no es por nada, pero África es un paraíso para ello.

Por último, comentaros que en un mes y pico, fue la primera vez que cogí el volante, pues el chófer se puso enfermo -de paludismo-. Sí, y además de noche. Menuda aventura! No pude pasar de la segunda marcha, pues las calles están sin asfaltar, llenas de agujeros, gente que corre de un lado a otro... Llegué al destino, sano y salvo. Es la anarquía vial! Todo el mundo hace lo que le sale de las narices...

Y nada más por hoy. Comparto fotos, me doy una ducha fresca y a la cama.

BESARKADAK DENONTZAT!