UNA BODA DIOULA (O MALINKÉ)

Ayer lunes, tras la jornada laboral en el centro de personas con discapacidad Don Orione, acudí junto a Alphonse a la celebración de una boda Dioula, en el barrio de Soba de Korhogo.

Os preguntaréis… ¿diou… qué? Dioula es el término corriente por el cual se designa a una etnia presente en Africa del Oeste: los Malinké. Malinké es el nombre de la etnia, pero se les llama Dioula, que en su idioma –el dioula (perdonad la redundancia)- significa “comerciantes”, aunque en realidad, la mayoría de ellos sean pequeños agricultores. Están presentes en el Oeste y Norte de Costa de Marfil, mezclado con los Sénoufo. El pueblo Dioula es aplastantemente musulmán.

La boda en la población Dioula puede durar (agarraos!) desde varios días hasta dos semanas. Al igual que en los funerales sénoufo, se invita a toda la comunidad… se les da de comer, se organizan bailes, etc. El gasto corre a cuenta del hombre que se casa, y lógicamente, ha tenido que ahorrar durante mucho tiempo. En cualquier caso, hay familiares y amigos que ayudan económicamente.

Un aspecto que me ha llamado la atención es que una boda entre los Dioula no es una “unión entre dos individuos”, sino un “contrato entre dos familias”, que única y exclusivamente se puede romper si ambas partes (las familias) están de acuerdo. Sobra decir, por tanto, que una boda no es una fiesta “del amor”, sino un acontecimiento que permite convenios económico-familiares. Y además… existen “leyes” que prohíben a los Dioula casarse con otras personas de determinada etnia.

La boda se desarrolla generalmente de la siguiente manera (aunque hay familias que modifican los días):

• Empieza un lunes o miércoles, y se prepara una habitación ("Lassiguili") en la cual la mujer dormirá durante los días que dure la boda.
• El jueves por la mañana tiene lugar una ceremonia en la mezquita, ceremonia que se llama “Fouroussiri”, en la cual interviene el Imam y “aprueba” el matrimonio. A la tarde, se lava la cabeza de la novia, rito que se  llama “Koun Koli”. Y tras esto, llevan a la novia a casa del novio, o ya marido.
• El domingo, la novia sale de la casa y las madrinas deben comprobar la virginidad de la mujer, es decir, deben ver con sus propios ojos manchas de sangre en las sábanas. Una vez comprobada la virginidad, las madrinas hacen una trenza a la novia, que se llama “Koun Dan” y todo el mundo sale a la calle a bailar y a comer. El primer baile, a ritmo de djembé (o tam-tam), se llama Deban Don.

Me han explicado todo esto mientras la gente bailaba delante de mí, explicaciones entre risas. Especialmente cuando hablaban sobre la virginidad de la mujer. Decían que es un rito absurdo, pues no son vírgenes generalmente y cortan la cabeza de una gallina para manchar las sábanas. Verdad o mentira… no lo sé. En cualquier caso lo comparto con vosotros.

Las dos horas que estuve presente, la novia estaba muy nerviosa y me dijeron que era porque sería la primera noche que dormiría con su marido. En cualquier caso, se acercó a mí para sacarse una foto “con el blanco”. Yo, aproveché el momento y le dije si podía hacerse una foto conmigo pero con mi cámara. Muy maja, aceptó. La gente seguía bailando, y un grupo de jóvenes (que olían a alcohol a distancia) bailó delante de mí a cambio de una moneda. Para colmo, uno tenía la camiseta del Madrid… jeje.

He querido simplemente explicaros cómo funciona la boda. No he plasmado mi visión acerca de la misma. Aunque hayan cosas que no me gusten. Y con esto ya he dicho bastante.

Me llama la atención la gran importancia que los Sénoufo dan a los funerales (importancia social y, sobre todo, éconómica) así como los Dioula a las bodas. Coincido con Alphonse. Una de las grandes tragedias de África: gastarse todo el dinero de la familia (o incluso endeudarse muchísimo) en bodas o funerales… pero no gastar un solo franco CFA en colegios para los hijos. Y es que la tasa de escolarización en Costa de Marfil es del 65%!!! (y es mucho si comparamos con los países de alrededor).

La realidad de África es muy compleja y difícil de entender a ojos de un occidental. En cualquier caso, África te envuelve: bien para abrazarte, bien para ahogarte. Pero África debe hacer su camino: el camino que ellos elijan.

Besarkada bat guztioi!

Mi pequeño homenaje a la mujer africana:

Y mi regalo del día: una foto con mis tres alumnos (Rachidatou, Myriam y Mathieu)