Han pasado más de tres meses
desde que aterricé en Abidjan y que África me acogía con generosidad. Y tras
estos meses, me dispongo a hacer una pequeña evaluación de mi presencia en
Korhogo.
Una vez me dijeron una frase que
me marcó y que estoy comprobando que es cierta: “África te abraza y te ahoga a
la vez”. Efectivamente, África me ha abrazado, me recibió con los brazos abiertos y
sigue haciéndolo. Pero ello no exime que, en momentos puntuales, te azote, te
haga tambalear, te crea dudas…
Me recuerda a las últimas
palabras que me dedicó mi hermana y amiga Milagros, Hija de la Cruz, que vivió
muchos años de misión en Brasil: “Lander, vive esta experiencia desde la Muerte
y la Resurrección de Jesús”. Puedo decir, con orgullo además, que vivo la
muerte y la resurrección de Jesús hoy, en esta Costa de Marfil que aún no
olvida las atrocidades de la guerra. Divisiones y tensiones que siguen latentes
en el día a día.
Bastantes son las realidades que
vivo que me duelen, me inquietan, me indignan. Voy a poner varios ejemplos. Hace
un par de semanas, un niño con autismo que venía al centro dejó de venir. Mi
compañera, a la que admiro por ser una mujer tenaz, se encontró con la madre y
le dijo que había sido “acompañado”, que es el término que utilizan para
sustituir el verbo “matarlo”. Al enterarme, no reaccioné, no daba crédito a lo
que escuchaba. Sabía que esta práctica era una realidad, me lo comentaron al
llegar. Vivirlo en cercanía, un niño que has visto, tocado, jugado… En la
soledad de mi habitación, rompí a llorar. Tenía ganas de gritar… Una
injusticia, una falta de humanidad… Por otro lado, no me agrada el papel que se
asigna a las mujeres en esta cultura. No he venido a juzgar, pero soy una
persona libre, y ejerciendo mi libertad, doy mi opinión. Me incomoda que la
mujer esté sometida al hombre, que sea éste quien tome las decisiones que
afectan a otros. Y que la infidelidad por parte del hombre sea algo “normal”. No,
no puedo callarme. Quiero gritar también por la dignidad de las mujeres! Me
indigna también la falta de optimismo de la gente, que acepten la dura
realidad, que se inmovilicen, la falta de esperanza… No me gustan las expresiones que utilizan cada
diez minutos: “c’est comme ça” (“es
así”), “c’est compliqué, mais Dieu est
bon” (“es complicado, pero Dios es bueno”). Dios es bueno, claro que sí.
Pero se vale de nosotros para cambiar este podrido mundo. Dios es bueno y
quiere que, como hijos suyos, actuemos. Muerte de Jesús…
Pero con toda esta muerte… también
existe la Resurrección. Y es que son muchas las cosas que hacen que cada mañana
te levantes y andes, que te hacen sonreír. Muchas caras, muchas manos… que te
agarran para que camines con ellos. Estar con estos niños con discapacidades,
tratar con ellos, que te llamen “tonton”
(apelativo cariñoso), que te dibujen una sonrisa… no tiene precio! Por otro
lado, no hay muchos blancos en Korhogo. Todos quieren conocerte, hacerte mil y
una preguntas… En el himno de Costa de Marfil, se dice “tierra de la
hospitalidad…”. Efectivamente, uno de las grandes virtudes de África es la
acogida, la hospitalidad. De veras, es muy llamativo, y lo vivo en carne propia
día sí, y día también. Esta hospitalidad abarca todos los ámbitos: familia,
amistades, trabajo, parroquia, tiempo libre… He tenido, por otro lado, la gran
suerte de descubrir la cultura senoufo, una cultura que impresiona por sus
formas un tanto bruscas mezcladas con un misticismo que no sabría cómo
calificar. Es más… incluso me han propuesto hacer una “iniciación al Poro”. Los
Poros son como unos guardianes místicos de la cultura senoufo. No sé si aceptaré,
lo tengo que pensar mucho pues me da mucho respeto, pero en cualquier caso es
de agradecer, significa que te consideran uno más.
Sinceramente… no es fácil para un
occidental como yo vivir aquí. El clima es muy duro, el tiempo pasa a ritmo diferente, las relaciones humanas son diferentes, has dejado muchas cosas
atrás. Y con esto no me refiero a cosas materiales, que también. Me refiero
sobre todo a las personas y a los acontecimientos. Tengo una sensación que podría
describir de la siguiente manera: iba en convoy por la autopista, pero en un
momento dado me he salido de ella. Quizás las carreteras sean peores, pero
descubro el paisaje que los demás no pueden ver. Todo ello, para volver a tomar
la autopista muchos kilómetros después. Me resulta difícil explicároslo. La
muerte de mi tío Javier me hizo pensar en las muchas cosas que me estoy
perdiendo allí, en mi tierra y con mi gente. Pero… ¿y todo lo que estoy
viviendo aquí que los demás no lo podéis vivir en carne propia? No, no es
sencillo vivir aquí. Pero tengo un gran consuelo, sé que Dios está en mí y
conmigo. Sé que actúa. Sé que me ha enviado Él. ¿Para qué? Sencillamente para
amar, para vivir esta experiencia desde la sencillez y el amor, y poniendo, cómo
no, a prueba mi Fe y mi lealtad hacia Él.
Amigos míos… Muerte y Resurrección.
Son las dos caras de la misma moneda. He de tranquilizaros: me encuentro bien,
con ánimo, disfrutando minuto a minuto esta experiencia de vida, este regalo
divino. Pierdo muchas cosas, cierto, pero gano muchas otras.
Entrega… Entrega completa. “En
verdad, en verdad os digo que si el grano de trigo no cae en tierra y muere,
queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde (…)”
(Juan 12, 24-25).
Simplemente quiero mandaros un
abrazo muy sincero. Quienes me faltan, bien lo saben. Y una vez más, doy
gracias a Dios por la madre que me ha dado y que tan afortunado me hace ser en
la vida.
Unidos en el amor y en la sencillez,
Lander.
Gracias, Lander, por lo compartido.
ResponderEliminarComo dices, el estar en otro país, en otras situaciones, otra cultura, cerca de los pobres, tiene su riqueza, a pesar de lo que se "pierde" al no estar con nuestra familia, con nuestros amigos...
Gracias también por las canciones.
Amaia
Aupa Lander!!!
ResponderEliminarMientras leía tus palabras, he tenido una mezcla de sensaciones y sentimientos que me han hecho emocionarme… y me han hecho también echarte de menos un poco mas… en este momento te daría un abrazo y un apretón de manos enormes, por todo lo que estás haciendo…
En tus palabras, en tus expresiones he visto la realidad, la cruda y dura realidad de África, es salvaje… difícil no gritar en esos momentos… Como bien dices, Dios es bueno, pero se vale de nosotros para cambiar este mundo, es lo que hizo Jesús.
Estoy seguro que momentos felices y emocionantes tendrás mil… el ejemplo que has puesto, de la autopista me ha parecido de lo más acertado, estás viendo un paisaje que a nosotros se nos escapa, estas ahí en persona actuando, para dar un poco de color a este mundo…
Me quedado sin palabras, desde aquí, desde este rincón que se llama Irun, te mando un abrazo muy muy fuerte, te echamos mucho de menos, como suele decir tu ama, “el es grande, por fuera y por dentro” con mucho cariño, te queremos!!! Ay, tenéis un pañuelo? Besarkada haundi bat Lander!!!!!!!!!
Que se me ha olvidado poner quien soy... Bixen.
ResponderEliminarBizitzan gauza batzuk galdu behar dira, indartsu bihurtzeko, gauzak baloratzeko eta hobeagoak lortzeko. Egiten ari zarena gauza handia da, aspaldian buruan, bihotzean zenuen helburu, desio bat betetzen ari zara. Esperientzi mundiala bizitzen ari zara! Animo! eta lasai bueltatzen zarenean dituzun benetako lagunekin disfrutatuko duzu! Muxu handi bat eta besarkada goxo erraldoia....
ResponderEliminarAupa Lander:
ResponderEliminar¡Qué reflexiones tan profundas y maravillosas! ¡Cuánta verdad hay en ellas, no tienen ni un desperdicio!
Muchas gracias por compartir todo lo que haces y vives. Creo que es un PRECIOSO regalo que nos brindas. Doy GRACIAS A DIOS siempre en mis oraciones por haber permitido que te conozca, por ser UN GRAN AMIGO.
Desde Astorga, un fuerte abrazo y miles de besos.
Silvia
Lander muchas gracias por todo lo que nos escribes,cuantas verdades y reflexiones que muchas veces olvidamos en el dia a dia me has emocionado muchisimo, te mando mucha fuerza para que sigas con esa labor tan importante que estas haciendo QUE DIOS TE BENDIGA.UN BESOTE ENORME DE TU VECINA ANA
ResponderEliminarLander la foto de ese atardecer o amanecer tan rojo, que has puesto al principio es preciosa, es AFRICA, y me recuerda a lo que una vez oí, "que la tierra de Africa es roja por toda la sangre que se ha vertido en ella", y creo que es verdad!!!
ResponderEliminarMe alegro que estés disfrutando y aprovechando a tope tu estancia ahí, me das envidia, sanaaaa, jajaja, por supuesto!!! Que ganas tengo de ir a Africa!!
Muy bonito y duro en ocasiones, todo lo que nos cuentas!!
Un abrazo muy grande
Piluka