martes, 29 de enero de 2013

BIENAVENTURADOS LOS POBRES...

El centro Don Orione es el centro para personas con discapacidades físicas en el cual voy a realizar mi misión. Hoy ha sido mi tercer día en el mismo y, la verdad, es que se trata de un servicio o misión que las Hijas de la Cruz gestionan con humildad, cariño y dignidad. 


Antes de llegar aterrizar en África, pensaba que las personas con discapacidad física y psíquica estaban en el mismo centro, pero resulta que no es así. Don Orione atiende a quienes sufren discapacidad física y otro centro, Saint Camille (también gestionado por las Hijas de la Cruz), en el que tienen discapacidades psíquicas. Existe un responsable que atiende por primera vez a las nuevas personas que participarán, les da la bienvenida y les enseña las instalaciones. La verdad es que es un centro pequeñito, pero cuyos servicios están bien distribuidos: sala de fisioterapia, sala para el grupo de sordomudos (¡lo que me he reído con ellos!), un taller donde confeccionan piernas ortopédicas, etc. He aquí unas fotos de las instalaciones y de "la patame", es decir, el pequeño quisoco que hay en el centro y donde los padres esperan a sus hijos en la sombra. Suelen venir desde muy lejos, en moto o a pata... un verdadero esfuerzo.



Una realidad que es muy dura por lo que he podido ver. Hay niños que se arrastran por el suelo, sin piernas (o piernas sin movilidad)... Socialmente se les llama "les enfants-serpents" (niños-serpiente), y cuando un niño nace con alguna discapacidad, la sociedad empuja a los padres a matarlos, por considerarlos endemoniados. Pone los pelos de punta. Pero algunos padres, o generalmente las madres, se niegan a ello. Es entonces cuando acuden a Don Orione a realizar actividades de día y ejercicios psicomotrices... Un centro que busca devolver la dignidad que se merece cualquier persona. Y una cosa que admiro es la gran tolerancia religiosa que existe, la buena amistad entre religiones diferentes. Lo que cuenta es la persona, que es quien está en el centro de todo. Pues Dios está en cada uno de nosotros.

He aquí varias fotos con algunas personas del centro:



(Mi compañera Anne-Marie, que trabaja con sordomudos)



Pues bien, una misión que no es sencilla pero desempeño con la mayor de las ilusiones. Solo le pido a Dios que me de fuerza para que pueda aportar un mínimo de esperanza y una sonrisa a toda esta gente maravillosa que inunda este país. Sin ir más lejos, ayer conocí a otro vecino, hablamos un rato por la mañana... cuando volvimos al mediodía me había dejado un regalo de bienvenida: el típico "foutou" africano (masa de "ignam", que es similiar a la patata) con salsa y tropiezos de ternera. Desde luego, ¡cuánta diferencia entre esto y aquello!

(foutou con salsa y tropiezos de ternera)

Bien, es hora de retirarse. Los días en África son largos. Pero antes, os quiero hacer un pequeño regalo: una foto que he tomado hace escasamente dos horas, del atardecer en África. Y un segundo regalo, el cual ha sido deseado por varios de vosotros.

Un abrazo y QUE DIOS NOS BENDIGA!



domingo, 27 de enero de 2013

DOMINGO, DÍA DEL SEÑOR.

El despertador suena a las 6.30 de la mañana. En Africa es una hora "normal" para levantarse, pues aprovechan la frescura de la noche y evitan el gran calor del mediodía. Tras tomarme una ducha fría y desayunar en familia, hemos ido a la Parroquia Saint Louis para asistir a la Eucaristía. La iglesia estaba repleta de gente! Me comentan que cada vez hay más católicos en Costa de Marfil pues, tras años de guerras, el Catolicismo trabaja por la paz civil. El párroco, zaragozano que lleva 40 años en Korhogo, Ramón, al finalizar la misa, me ha presentado ante toda la parroquia. Al decir que dedico un año de mi vida para colaborar en Korhogo, todos han comenzado a aplaudir. Casi se me saltan las lágrimas de emoción; todos se han girado hacia mí y me han esperado a la salida para saludarme y darme un apretón de manos. Gente sencilla, gente amable, PUEBLO DE DIOS. La Eucaristía ha sido maravillosa, oficiada tanto en francés como en sénoufo, con un coro para cada idioma (muchos desconocen el francés a pesar de ser el idioma oficial del país). He aquí un pequeño vídeo de la Eucaristía:



No os comenté que las monjas me han prestado una pequeña moto para desplazarme por la ciudad. Lógicamente, no hay transporte público. Y las distancias son grandes. Prefiero no pensar en qué imagen puedo dar, con mi mochila, mi gorrito "I am Basque" y esquivando todo tipo de agujeros, baches y porquerías. Estoy pensando en hacer el París-Dakar el año que viene, jeje.


Y sin más, me despido con una bonita foto de familia. AGUR GUZTIOI!


sábado, 26 de enero de 2013

FAMILIA AFRICANA: SENCILLEZ, HUMILDAD Y BUEN CORAZÓN

Conocí en persona a Alphonse el jueves al mediodía, pues se acercó a la Comunidad de las Hijas de la Cruz   para visitarme. Las Hermanas ya me proporcionaron su correo electrónico hace un par de meses para que pudiésemos intercambiar algunas palabras y unas primeras impresiones. Aquellos mensajes dejaban entrever  que la relación sería buena. Y efectivamente, nada más vernos, nos fundimos en un gran abrazo lleno de fraternidad.

El viernes por la mañana la Hermana Giulia me acercó en coche al centro Don Orione-Antenne de Korhogo, el centro para discapacitados en el cual voy a desarrollar mi misión. No voy a explayarme ahora respecto al funcionamiento del centro, prefiero dejarlo para otro día. Simplemente decir que Alphonse es el coordinador del mismo. Al mediodía, me llevaron al que va a ser mi hogar.

Alphonse es un chico de etnia sénoufo, de 34 años, casado este pasado verano con Edith, y con un hijo de dos años que se llama Francesco Junior (le llaman Junior). Por otra parte, tienen una niña de 9 años apadrinada para poder sufragar su escolarización.



Aquí me esperaban, en esta humilde casa. La verdad es que sentía un poco de curiosidad y preocupación por saber cómo sería la casa. A medida que nos acercábamos en coche, me preguntaba: "Madre mía,  ¿aquí voy a vivir durante un año?". Las calles están sin asfaltar, con mucho polvo y basura, en un terreno totalmente irregular y plagado de agujeros. Sin embargo, al llegar, veo que todas las casas están rodeadas de una tapia, y lo que había en el interior era más que aceptable.

Me recibió la familia al completo, y fue Alphonse quien me dirigió unas palabras de acogida. Me dijo que es un humilde hogar, pero que todo lo que tienen es para compartirlo y rezó para que Dios proteja a toda la familia, en la cual me incluyen. Qué sencillez! Cuántos buenos sentimientos! La verdad es que me emocioné un poco. 

Nada más deshacer la maleta, saqué las bolsas de caramelos que compré. El pequeño Junior empezó a saltar como un loco, con una expresión de ojos que conjugaba "¿qué hace un blanco aquí?" y "qué bien, cuántos caramelos!".


Me asusté al ver la cantidad de comida que preparó Edith. Había de todo! Lechuga con huevo, arroz, espaguettis, pescado... Comí más o menos como siempre, pero ellos seguían comiendo y comiendo, y me preguntaban si no me gustaba, al ver que comía menos que ellos. ¡Qué curioso! De todos modos, sé que las Hermanas le dan una cantidad de dinero a la familia como ayuda. 

Han preparado una habitación para mí solo. Sencilla, con unos cuantos muebles y... (muy importante), un ventilador y una mosquitera (proporcionado por las monjas). Es una habitación sencilla pero confortable. Justo al lado está el baño (taza, lavabo y un grifo de ducha). Hay otras dos habitaciones donde duerme la familia y una estancia interior con sofás y una mesa delante de una pequeña tele. Me pregunté dónde cocinaban, y en la entrada en la casa, pero dentro del recinto de su propiedad, vi que había una especie de brasas. Efectivamente, se cocina al aire libre.


El barrio de Korhogo donde vivimos se llama "Quartier Sinistré" (barrio siniestrado). ¡Menudo nombre! Parece ser que hace una decena de años el barrio quedó calcinado debido a un incendio. De ahí su nombre. Esta es una calle típica a primera hora de la tarde, pero no es aquí donde vivo:


En esta casa entran y salen personas constantemente. A veces me lío con unos y con otros, pues algunos son familia, otros vecinos, otros amigos... Aquí las puertas de las casas están abiertas constantemente. Cualquiera puede entrar a una casa, charlar un rato, interesarse por la gente, jugar un rato o ayudarse. Es impresionante! Es como una gran familia. Hace un rato, después de cenar, el vecino me ha invitado a su casa (una casa de uralita, un poco pobre), pero me han ofrecido agua embotellada y hemos charlado durante más de una hora mientras las hijas pequeñas jugaban con una pelotita. En la puerta me esperaban una veintena de niños, que reían sin parar. El más pequeño me saluda "Hola, señor blanco!" y al contestarle "hola, señor negro!" todos han roto en carcajadas. Me han acompañado hasta la puerta de casa como si de una procesión se tratara. 

Pues bien, creo que es suficiente por hoy. No quiero despedirme sin mandaros un fuerte abrazo y compartiendo una oración:

Sagrada Familia de Nazareth: enséñanos el recogimiento, la interioridad; dános la disposición de escuchar las buenas inspiraciones y las palabras de los verdaderos maestros; enséñanos la necesidad del trabajo, de la preparación, del estudio, de la vida interior personal, de la oración, que sólo Dios ve en lo secreto; Enséñanos lo que es la Familia, su comunión de amor, su belleza simple y austera, su carácter sagrado e inviolable.
Amén
(Paulo VI)

MI PEQUEÑO SANTUARIO

No tengo mucho tiempo, simplemente os mando una foto del pequeño santuario que he creado en mi habitación.

Cuando tenga tiempo os explicaré la sencilla y profunda acogida de mi nueva familia de Korhogo.

Besarkada bat guztioi,

Lander.-

jueves, 24 de enero de 2013

PISANDO TIERRAS MARFILEÑAS


El día 22 de enero comenzó muy pronto en nuestra casa. A eso de las 3.15 de la madrugada, y tras haber dormido solo una hora, el despertador sonó para dar paso a un largo día, lleno de despedidas, vuelos, esperas y controles.

Lo más duro de todo fue separarme de la Ama. Un largo abrazo, con las lágrimas en las mejillas. No hizo falta decirnos palabras. Cuando los sentimientos son tan fuertes, no existe vocabulario adecuado. Me sentí mal, sentí que abandonaba lo que más quiero en este mundo. Pero ella, en ningún momento ha dicho “no”. Doy gracias a Dios por la maravillosa mujer que me dio la vida.

Es curioso, tras ese momento y arrancar el coche, me vino a la memoria tanta gente extranjera que en un momento dado tuvo que abandonar a sus personas más queridas por un futuro mejor.

Tras despedirnos Guillermo, Carlota y yo, volé de Bilbao a la nevada y fría Paris, y a las 4 horas, de París al bochornoso Abidjan. Nada más salir del avión, el húmedo calor me golpeó con violencia provocando un continuo sudor. Controles de salud, de documentación, maletas que tardaban en aparecer… A la salida estaban esperándome cuatro personas: Janine, una Hija de la Cruz de Iparralde (Senpere) en misión durante 40 años, Clémentine, una Hija de la Cruz burkinabé que conocí en 2009, Charlotte, una joven novicia burkinabé de 23 años, y Zékou, el humilde y cercano ayudante y chofer.

Tras cenar en una especie de bar, en el cual faltaba prácticamente el 70% de lo que ponía en la carta y con problemas para el cambio, nos alojamos en una comunidad que tienen los Marianistas. A la noche, antes de dormirme, me dirigí a una zona al aire libre donde había una gruta con la Virgen María. Me recordaba tanto a Yagma, en Ouaga (Burkina-Faso)! Necesitaba orar, necesitaba dar gracias, necesitaba encomendar.



El día 23 fue un día largo, de viaje también. Emprendimos la carretera de Abdijan a Yamoussoukro, que era una “vía rápida”, a pesar de que había hombres, mujeres, niños y familias enteras andando por los bordes, con mil cachivaches sobre sus cabezas, con bebés a la espalda. Tras comer en Yamoussoukro cogimos la carretera dirección Korhogo. ¡Qué carretera! Cada 100 metros había un gran agujero, algunos de un tamaño de bañera, que nos obligaba a parar para esquivarlo. Y me venía constantemente la frase de Shakira: “porque esto es África!!”.

Tras comprar varias barras de pan en una panadería de musulmanes, pues hoy jueves es fiesta en su religión (cuánto tenemos que aprender del respeto entre religiones!), llegamos a Bonaeré, una pequeña aldea donde las Hijas de la Cruz tienen una comunidad, en la cual conviven con los nativos, cultivan una granja, cuidan de gallinas ponedoras, enseñan a coser, atienden a los enfermos, a discapacitados… Me acordaba de aquellos que echan pestes sobre las religiosas en su conjunto. ¡Cuánto bien están haciendo! Y de una manera tan sencilla y discreta…!

Con el breviario que me regaló mi Fraternidad Molante en mano, rezamos Vísperas, en una sencilla capilla de la comunidad. Recordé a tantas personas que he dejado allí… Y tras la bendición, compartimos una fresca, sencilla y ligera cena.

Necesitaba ducharme antes de acostarme, pero no había agua. Eso sí que es el pan nuestro de cada día… Decidí dormir y ducharme a la mañana, pues seguramente habría agua. Me equivocaba. Al despertarme a las 6 de la mañana (es a esta hora cuando la gente se despierta, para aprovechar el fresco de la mañana), giraba el grifo pero no había agua. Sin embargo, una de las Hermanas me había dejado un balde de agua en la puerta de mi habitación. Por lo menos pude asearme, desayunar y retomar la carretera tartalosa hacia Korhogo.

Korhogo nos recibía al mediodía. Sin conocer a nadie, todo el mundo se saluda levantando la mano. Para ellos, se trata de ser educado. Nos reciben en el colegio Sainte Elisabeth, colegio de las Hijas de la Cruz, que la dirigen desde hace 40 años. Comemos juntos y me echo una siesta. Por la tarde, he tenido una visita muy especial: a pesar de pasar la noche en la comunidad del colegio, ha venido Alphonse para conocerme en persona.


Ya nos habíamos escrito varios mails y la impresión que me daba era muy agradable. Ahora lo confirmo. Alphonse es un chico de 34 años, casado, con un niño de 2 años y una chica apadrinada para ofrecerle estudios. Su familia va a ser mi familia, pues voy a vivir y convivir con ellos. Es el responsable-coordinador del centro Don Orione-Antenne de Korhogo, el centro para discapacitados donde voy a realizar mi misión.

Tras charlar amigablemente y compartir agua fresca, ha llegado Giovanna, la responsable de la Congregación Hijas de la Cruz en África. Su recibimiento ha sido muy cariñoso y familiar (ya nos conocíamos), y tras preguntarme por el viaje, me ha hecho subirme a su coche y me ha llevado a la casa regional donde vive junto con más hermanas. Allí hemos orado en otra sencilla capilla, que tenía una figura de la Virgen en madera, muy muy antigua, junto con las demás hermanas, una de ellas de cerca de Donibane Garazi-Saint Jean Pied de Port. Compartimos la sencilla cena (una sopa, arroz con un poco de jamón serrano que tenían y un yogur) y me trae de vuelta al colegio.

Y desde esta básica habitación, espero poder girar el grifo de la ducha, que caiga agua para poder ducharme y retirarme.

Os mando a todos un fuerte abrazo lleno de recuerdo y amistad. Aunque no pueda responder a todo el mundo, os agradezco por vuestro seguimiento del blog y los comentarios que me escribís en Facebook.

Agur guztioi.

lunes, 21 de enero de 2013

HUELLAS



Una noche en sueños vi
que con Jesús caminaba
junto a la orilla del mar
bajo una luna plateada.

Soñé que veía en los cielos
mi vida representada
en una seria de escenas
que en silencio contemplaba.
Dos pares de firmes huellas
en la arena iban quedando
mientras con Jesús andaba
como amigos conversando.
Miraba atento esas huellas
reflejadas en el cielo
pero algo extraño observé
y sentí gran desconsuelo.
Observé que algunas veces
al reparar en las huellas
en vez de ver los dos pares,
veía sólo un par de ellas.
Y observaba también yo
que aquel sólo par de huellas
se advertía mayormente
en mis noches sin estrellas.
En las horas de mi vida
llenas de angustia y tristeza
cuando el alma necesita
más consuelo y fortaleza.

Pregunte triste a Jesús:
“¡Señor, Tú no has prometido
que en mis horas de aflicción
siempre andarías conmigo…?

Pero noto con tristeza
que en medio de mis querellas
cuando más siento el sufrir
veo sólo un par de huellas.
¿Dónde están las otras dos
que indican Tu compañía
cuando la tormenta azota
sin piedad la vida mía?

Y, Jesús me contestó:
con ternura y comprensión;
“Escucha bien, hijo mío,
comprendo tu confusión.

Siempre te amé y te amaré,
y en tus horas de dolor
siempre a tu lado estaré
para mostrarte Mi Amor.
Mas si ves solo dos huellas
en la arena al caminar,
y no ves las otras dos
que se debieran notar,
es que en tu hora afligida,
cuando flaquean tus pasos,
no hay huellas de tus pisadas
porque te llevo en Mis brazos”.
Anónimo



domingo, 20 de enero de 2013

GRANDES DESPEDIDAS.

Las despedidas hacen aflorar nuestros mejores sentimientos, aunque provoquen lágrimas.

Son días de decir "agur", de muchos recuerdos... DE CARIÑO.

A TODOS ELLOS, MI LÁGRIMA MÁS SINCERA..


UNA CANCIÓN: "Grandes despedidas" de Pastora.

viernes, 18 de enero de 2013

EXPERIENCIAS PREVIAS

Solo faltan 72 horas para que comience una aventura, una experiencia de misión, una EXPERIENCIA DE VIDA. Los mensajes que recibo desde Korhogo provocan en mí tal ilusión que, sin poder evitarlo, se confunde con el nerviosismo y la tristeza de las despedidas. Son días en los que unos y otros nos despedimos y, aunque mi semblante se mantenga sereno, en la soledad de mi habitación no puedo evitar que mis lágrimas hagan acto de presencia. Tristeza por las despedidas, pero con un significado claro: AMOR Y AMISTAD. Porque un sueño se va a hacer realidad.

Estos últimos días mil recuerdos recorren mi cerebro y mi corazón. Sin embargo, 3 experiencias persisten en mi interior, 3 experiencias que me han marcado.

  • La primera se remonta a julio de 2008, cuando tras haber hecho un curso de Cooperación y Desarrollo, me dieron la oportunidad de cruzar el Atlántico e instalarme durante un mes en San Cristóbal de las Casas, Chiapas (México). Sin saber en qué proyecto participaría, Cáritas de Gipuzkoa nos envió allí, a colaborar en la Fundación León XIII. Nada más pisar la Fundación, tuvimos que cruzar la selva chiapaneca para llegar a una comunidad indígena que pocos sabrían colocar en un mapa. Allí tuve el primer contacto con el mundo indígena. La primera sensación fue "qué pobreza material! pero qué felices son!". En ambiente familiar, colaboré en el proyecto de construcción de cocinas de madera para, por un lado, reducir el índice de cáncer entre las mujeres indígenas (que, a causa de las cocinas "abiertas", aspiraban humo) y, por otro, optimizar la utilización de leña. Un proyecto sencillo y barato, pero totalmente desconocido para mí. Si algo he de subrayar de la experiencia de Chiapas sería la bondad, el sentimiento de familia y la acogida por parte de las diferentes comunidades indígenas.

  • Un año más tarde, en 2009, las Hijas de la Cruz organizan un "Campo en África" de un mes para 30 europeos y 4 canadienses al cual me invitan. Allí me planto, en las afueras de Ouagadougou, la capital de Burkina Faso. Es digno de admirar la cantidad de actividades que organizan las diferentes Congregaciones y Órdenes alrededor de la parroquia: diferentes clases de apoyo para niños y jóvenes, ludotecas improvisadas para los hermanos pequeños de quien acude a las clases, dispensario médico y alimentario, etc. Mi labor consistió en dar clases de francés a chavales que venían andando desde lejos, con sus hermanos pequeños a la espalda. El contacto con la pobreza extrema e inhumana fue espeluznante. Todo un sopapo a la conciencia de cualquier "occidental". Familias rotas, destrozadas, violentadas... pero conocí a personas maravillosas, sencillas y detallistas... nativos y extranjeros. 

  • Y por último, una tercera experiencia que me ha marcado es de este pasado mes de junio (2012): la peregrinación a Tierra Santa. Conocer y recorrer los pasos de Jesús de Nazaret, con su sencillez y ejemplo, resultó apasionante. Una peregrinación que no hubiera sido igual sin Javier ni Feli, su madre. En la vida podré olvidar lo que sentimos en el mismo corazón del Santo Sepulcro en esos escasos 10 segundos (nos metían prisa para salir, la cola era ya inmensa). No puedo explicar lo que sentimos, sencillamente, porque no hay palabras para describirlo. 


Estas tres fuertes experiencias están presentes en estos momentos de ilusión y nerviosismo. Son tres experiencias que me han marcado de cara a esta misión, pero las experiencias que más nos marcan son las del día a día. A todas aquellas personas maravillosas que he conocido en estos tres distintos lugares del mundo quiero dedicarles esta preciosa canción de La Negra (Mercedes Sosa). Para estas personas, mi humilde homenaje.

jueves, 17 de enero de 2013

EUSKADI IRRATIAN ELKARRIZKETA

Urtarrilaren 15ean, asteartea, Donostiko Miramoneko EITBko egoitzara bertaratu nintzen Euskadi Irratiko Faktoria programatik elkarrizketa bat eskatu zidatelako.

Manu Etxezortuk gidatu zuen elkarrizketa, eta primeran tratatu ninduten. Kafetxora gonbidatu eta guzti!

Hemen duzue egin zidaten elkarrizketaren grabazioa/podcast-a (2:40:00tik aurrera):


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El martes 15 de enero me acerqué a la sede de EITB de Miramon (Donostia) pues me pidieron una entrevista para el programa Faktoria de Euskadi Irratia.

Manu Etxezortu guió la entrevista, y me trataron genial. Incluso me invitaron a un café!

Aquí tenéis el podcast/grabación de la entrevista (a partir de 2:40:00):


AVISO: ES UNA ENTREVISTA EN EUSKARA.


lunes, 7 de enero de 2013

NERVIOS

Pasadas las fechas navideñas, entro en tiempo prórroga. Y es que el 22 de enero, día que parto de Irun, está a la vuelta de la esquina. La ilusión se mezcla con los nervios de los preparativos.

Hoy ha sido un día un tanto frenético. Todo debe ir encajando... mil cosas por hacer. En ocasiones todo se complica debido a los nervios. 
Mañana mismo voy en tren a Madrid para que el miércoles a primera hora pueda acudir a la cita en la Embajada de Costa de Marfil, o mejor dicho, Côte d'Ivoire, pues es el nombre oficial del país y es así como se presentan ante el mundo. Será mi primer contacto con los marfileños.

Esta misma tarde los nervios me han jugado una mala pasada. Para tramitar el visado, hay que presentar una fotografía (lógico...). Tonto de mí, pensaba que el tamaño requerido era el de DNI. Pues no... total que entre un compromiso y otro, voy a la tienda a que me hagan la foto. Sin darme cuenta le digo al fotógrafo que el tamaño de la foto debe ser de 30x50mm. Espero el cuarto de hora que tarda en revelarse... llego a casa y me doy cuenta de que lo requerido era 50x70mm. ¡Qué estupido soy! Mañana por la mañana iré a toda pastilla a repetir la jugada correctamente.

¡Qué sensación más extraña! Alegría, ilusión, confianza... mezcladas con el nerviosismo de los preparativos, con el temor a las despedidas, con el agradecimiento del apoyo de muchas personas...

No sé ni qué decir más, sinceramente. Así que creo que cierro el chiringuito por hoy, que ya es tarde.


jueves, 3 de enero de 2013

ENTREVISTA EN NOTICIAS DE GIPUZKOA 03.01.2013


LANDER UGARTEMENDIA MUJIKA EDUCADOR SOCIAL Y MISIONERO LAICO IRUNDARRA

"Entregarse a Dios es entregarse a los demás, y es así como concibo mi vida, como laico y educador"

Lander Ugartemendia cumplirá 28 años en pocos días y estrenará este nuevo año con una experiencia que, aunque no es muy frecuente en gente de su edad, no es nueva para él. El día 22 se va para un año a Costa de Marfil, a trabajar en una misión que allí tienen las Hijas de la Cruz

IRUN. Lander Ugartemendia vive sus últimas semanas en Irun con una mezcla de "ilusión y nerviosismo" ante su nueva experiencia como misionero, que es parte de lo que él considera su "compromiso hacia Dios, como creyente y, sobre todo, con las personas", algo que considera "esencial" en su vida personal y profesional. Es educador social y también militante del PNV, una vertiente, la política, que él considera también parte de ese afán personal de ayuda a la gente. Se dispone también a contar su nueva experiencia de misionero en su blog(www.korhogotik.blogspot.com).
¿Cómo y por qué llega un joven como usted a tomar la decisión de irse un año de misionero?
No es una idea que haya surgido así de repente, sino parte de un camino que llevo hecho a lo largo de muchos años. Soy creyente católico y llevo tiempo colaborando como laico en la iglesia, especialmente en la parroquia de Betherram, en Hondarribia, donde su párroco, Joxe Gogorza, ha sido y es para mí un referente ético y de servicio a la gente. Siempre he tenido esa vocación de misión cristiana y ayuda a la gente, y tuve experiencias hace algunos años. En 2008 estuve con Cáritas y la Fundación León XIII en Chiapas, trabajando en un proyecto de construcción de cocinas de madera con chimenea, cuyo objetivo era reducir el índice de cáncer de pulmón que afectaba a las mujeres indígenas. Y en 2009 estuve en Burkhina Fasso, con las Hijas de la Cruz, congregación de la que soy miembro laico, dando clases de francés a niños. Fueron dos experiencias que me marcaron y que me dejaron con ganas de más.
¿Por qué lo hace en este momento? ¿Qué es lo que le empuja a dejar aparcado su trabajo y marcharse a un país como Costa de Marfil?
Mi intención era haber hecho algo así hace algunos años, nada más terminar la carrera y antes de empezar a trabajar. Pero el fallecimiento de mi padre, a mitad de mis estudios universitarios, hizo que aparcara la idea, porque quería estar con mi madre, cuidar de ella. No era el momento oportuno. En 2007 empecé a trabajar y hasta ahora no he encontrado el momento personal y profesional adecuado para hacer algo que tarde o temprano quería hacer. Estoy muy agradecido a las Hijas de la Cruz, que me han ofrecido esta oportunidad, y a mi empresa y compañeros de trabajo, que me han animado, apoyado y dado las facilidades para hacer lo que más quería hacer desde hace tanto tiempo.
¿Cuál será su cometido en la misión, allí en Costa de Marfil? ¿Qué espera encontrarse? ¿Está mentalizado para ello?
La congregación de las Hijas de la Cruz tiene varios proyectos en Korhogo, una ciudad al norte del país, cerca de las fronteras con Mali y Burkhina Fasso. Entre esas misiones hay un colegio y un centro para discapacitados. Es en este último donde voy a trabajar y donde encajan mi perfil y mi experiencia profesional como educador social. Estoy mentalizado y preparado para lo que me encontraré, aunque seguro que la experiencia será, además de dura, muy gratificante.
¿Qué le dicen su familia y amigos? ¿Alguno ha intentado quitarle la idea de la cabeza?
Mi familia cercana y mis amigos saben que esto es algo que quería hacer hace mucho tiempo, y están contentos, ilusionados y felices porque me ven feliz con lo que voy a hacer. Tengo que citar, especialmente, a mi madre, que se queda sola, ya que soy hijo único y aunque sé que le preocupa lo que pueda encontrarme allí, nunca me ha dicho que no vaya, porque sabe que soy feliz haciendo lo que hago. Tengo mucho que agradecerles a ella y a toda mi familia, además de a la parroquia de Betherram y a Joxe Gogorza, junto con las Hijas de la Cruz. En cuanto a si alguno pensará que qué hago o si es peligroso ir donde voy y hacerlo en un momento como el actual, con la crisis y todo esto, la verdad es que nadie me ha dicho nada de eso. Quizá algún conocido lo pueda llegar a pensar, pero los amigos de verdad y la familia, los que me conocen, saben que quiero hacer esto y me apoyan.
¿Dada su profunda convicción cristiana y su vocación de servicio a la gente, ha pensado alguna vez en dar un paso más, hacia el sacerdocio?
Concibo mi vida, como laico de la iglesia y como educador profesional, en clave de entrega a Dios y a las personas, pero no me veo como sacerdote. Ese paso implica algunos sacrificios que no podría asumir. Entre otras cosas, y como educador, me gustaría también, algún día, educar a mis hijos, tener una familia. De todas formas, tengo muy claro que los laicos, en una Iglesia que debería ser abierta y cercana a la sociedad, también somos portadores del Evangelio. Entregarse a Dios es entregarse a los demás, y eso se puede hacer como sacerdote o como laico.
¿Su nueva experiencia como misionero tiene fecha de inicio y también de fin? ¿No se ve allí o en otro lugar para un plazo más largo?
Mi casa, mi vida y mi familia están aquí, en Irun, y es donde quiero estar. Esta misión acaba en un año y no descarto nunca otras experiencias posteriores, pero no de forma permanente.

Gipuzkoando

· Su txoko guipuzcoano favorito: Son muchos, pero hay dos en los que paso mucho el tiempo y les tengo un cariño especial: la calle Mayor de Irun y el puerto deportivo de Hondarribia.
· Un paisaje: Las vistas desde San Marcial, en Irun. Allí esparcimos también las cenizas de mi aita, es un lugar muy especial.
· Un monte: Jaizkibel es el más cercano y tengo muchos recuerdos del viejo Parador y de Guadalupe.
· Una playa: No me gusta nada ir a la playa, por la arena, que me echa para atrás. Pero si tuviera que elegir una, sería la de Hondarribia.
· Una fiesta: Los alardes de Irun y Hondarribia. Hace ya años que no desfilo, pero los vivo con emoción e intensidad, los dos por igual.