El centro Don Orione es el centro para personas con discapacidades físicas en el cual voy a realizar mi misión. Hoy ha sido mi tercer día en el mismo y, la verdad, es que se trata de un servicio o misión que las Hijas de la Cruz gestionan con humildad, cariño y dignidad.
Antes de llegar aterrizar en África, pensaba que las personas con discapacidad física y psíquica estaban en el mismo centro, pero resulta que no es así. Don Orione atiende a quienes sufren discapacidad física y otro centro, Saint Camille (también gestionado por las Hijas de la Cruz), en el que tienen discapacidades psíquicas. Existe un responsable que atiende por primera vez a las nuevas personas que participarán, les da la bienvenida y les enseña las instalaciones. La verdad es que es un centro pequeñito, pero cuyos servicios están bien distribuidos: sala de fisioterapia, sala para el grupo de sordomudos (¡lo que me he reído con ellos!), un taller donde confeccionan piernas ortopédicas, etc. He aquí unas fotos de las instalaciones y de "la patame", es decir, el pequeño quisoco que hay en el centro y donde los padres esperan a sus hijos en la sombra. Suelen venir desde muy lejos, en moto o a pata... un verdadero esfuerzo.
Una realidad que es muy dura por lo que he podido ver. Hay niños que se arrastran por el suelo, sin piernas (o piernas sin movilidad)... Socialmente se les llama "les enfants-serpents" (niños-serpiente), y cuando un niño nace con alguna discapacidad, la sociedad empuja a los padres a matarlos, por considerarlos endemoniados. Pone los pelos de punta. Pero algunos padres, o generalmente las madres, se niegan a ello. Es entonces cuando acuden a Don Orione a realizar actividades de día y ejercicios psicomotrices... Un centro que busca devolver la dignidad que se merece cualquier persona. Y una cosa que admiro es la gran tolerancia religiosa que existe, la buena amistad entre religiones diferentes. Lo que cuenta es la persona, que es quien está en el centro de todo. Pues Dios está en cada uno de nosotros.
He aquí varias fotos con algunas personas del centro:
(Mi compañera Anne-Marie, que trabaja con sordomudos)
Pues bien, una misión que no es sencilla pero desempeño con la mayor de las ilusiones. Solo le pido a Dios que me de fuerza para que pueda aportar un mínimo de esperanza y una sonrisa a toda esta gente maravillosa que inunda este país. Sin ir más lejos, ayer conocí a otro vecino, hablamos un rato por la mañana... cuando volvimos al mediodía me había dejado un regalo de bienvenida: el típico "foutou" africano (masa de "ignam", que es similiar a la patata) con salsa y tropiezos de ternera. Desde luego, ¡cuánta diferencia entre esto y aquello!
(foutou con salsa y tropiezos de ternera)
Bien, es hora de retirarse. Los días en África son largos. Pero antes, os quiero hacer un pequeño regalo: una foto que he tomado hace escasamente dos horas, del atardecer en África. Y un segundo regalo, el cual ha sido deseado por varios de vosotros.
Un abrazo y QUE DIOS NOS BENDIGA!