Grand-Bassam es una ciudad de Costa de Marfil, situada al este de Abidjan. Fue la capital de la colonia francesa entre 1893 y 1896, cuando la administración se transfirió a Bingerville tras un brote de fiebre amarilla. La ciudad continuó siendo un puerto clave hasta el crecimiento de Abidjan en la década de 1930. Su población es de 73 772 personas.
La ciudad se encuentra dividida en dos mitades por la laguna Ébrié: Ancien Bassam es el antiguo asentamiento francés, frente al golfo de Guinea. Es el hogar de los edificios coloniales más grandiosos, algunos de los cuales han sido restaurados. Nouveau Bassam, conectada con Ancien Bassam por un puente, se encuentra en el tierra adentro, en el lado norte de la laguna. Nació como el barrio de los sirvientes africanos y ahora es el principal centro comercial de la ciudad.
En 2012, la Unesco la nombró Patrimonio de la Humanidad.
Tras un viaje agotador de más de 600 kilómetros y una reparadora noche en un hotelito de Bonoua, decidimos visitar Grand-Bassam. Pero antes de iniciar la visita, y como no podía ser de otra manera, había que repostar con un rico café en un kiosco, un café del país, que para algo es uno de los mayores productores de café.
De ahí nos dirigimos al Quartier France, el barrio-isla donde se instalaron los colonizadores franceses y que está conectado gracias a un puente, llamado "Pont de la Victoire". Tras casi siete meses, necesitaba ver, escuchar y oler el mar. Me hizo mucho bien el salitre. Nunca apreciamos lo que tenemos hasta que lo perdemos.
En primer lugar visitamos la casa de los artistas, pintores y artesanos, un edificio repleto de cuadros y mucho colorido. Me fascinaron lo colorido de los mismos. Nos acogió uno de los artistas, que nos explicó los diferentes estilos, simbologías... Ahí aprendí que Picasso estuvo en Costa de Marfil, sobre todo en el Norte, viviendo en una caseta senufa, donde se inspiró de diferentes formas que le sirvieron para su posterior etapa cubista.
De ahí, nos dirigimos hacia la playa admirando los antiguos edificios coloniales. A pesar de su abandono absoluto, tienen su encanto. Es una pena que Costa de Marfil, debido a su turbulenta década, haya descuidado sus potenciales turísticos, puesto que tienen mucho que enseñar y poner en valor.
De ahí, tras esquivar las avalanchas de vendedores (blanco = dinero), seguimos paseando por el barrio colonial. Vimos el "monumento a los muertos", una estatua que los franceses erigieron a sus soldados que fallecieron por la fiebre amarilla que asoló la ciudad. Cerquita, a unos 100 metros, el Centro de Cerámica, antiguo centro cultural europeo, donde nos enseñaron cómo trabajan y qué objetos realizan. Seguimos la calle, hasta alcanzar la marisma, cruzando la biblioteca y tras haber comprado dos bolsitas de agua. Subimos a un edificio en ruinas, desde donde se puede admirar el entorno de lagunas. Y antes de acercarnos al antiguo edificio de la CFAO (Compagnie Française de l'Afrique de l'Ouest), nos sentamos en un chiringuito para refrescarnos con una fría Coca-Cola con unos cacahuetes. Desde el chiringuito, vi cómo un pescador extendía sus redes desde la canoa de madera.
El siguiente edificio es el antiguo edificio de la CFAO, compañía que se encargaba de hacer el seguimiento de los productos recopilados -o robados- para embarcarlos para Francia. Hoy en ruinas, se diría que Francia no tiene ningún poder en la zona, pero nada más lejos de la realidad, pues Francia sigue siendo árbitro y controla las mayores empresas del país (como Côte d'Ivoire Telecom, CIE -electricidad- o SODECI -agua-).
En ese momento, vemos en la guía que en el barrio se encuentra la catedral de Grand-Bassam. Nos dirigimos allí para descubrir una pequeña catedral (Sagrado Corazón) pero muy bonita. Una iglesia de estilo europeo, con un órgano en altura en la parte trasera y con una gruta marial, algo muy africano.
Al salir del recinto, nos damos cuenta de que aún no hemos comido, siendo ya más de las cuatro de la tarde. Cruzamos el Pont de la Victoire para volver a la ciudad y comer, en un kiosco, por menos de un euro, un plato de espaguetis y unos trocitos de pollo. Era hora de dejar esta preciosa ciudad colonial, tomar la carretera que atraviesa campos de palmeras, cocoteros y plantaciones de plátanos, café y cacao para llegar a la capital económica de Costa de Marfil, Abidjan.
Espero que hayáis disfrutado con este artículo y con sus fotos, tanto como yo he disfrutado de esta ciudad que emana poder perdido, salitre, vistas paradisíacas y el abandono u olvido del pasado. Esperemos que al haber sido declarado patrimonio mundial declarado por la UNESCO en 2012, se ponga en valor su riqueza natural y cultural, fomentar así el turismo y suponga nuevas fuentes de financiación para este país que trabaja por convertirse en economía emergente a nivel mundial en 2020.
Al salir del recinto, nos damos cuenta de que aún no hemos comido, siendo ya más de las cuatro de la tarde. Cruzamos el Pont de la Victoire para volver a la ciudad y comer, en un kiosco, por menos de un euro, un plato de espaguetis y unos trocitos de pollo. Era hora de dejar esta preciosa ciudad colonial, tomar la carretera que atraviesa campos de palmeras, cocoteros y plantaciones de plátanos, café y cacao para llegar a la capital económica de Costa de Marfil, Abidjan.
Espero que hayáis disfrutado con este artículo y con sus fotos, tanto como yo he disfrutado de esta ciudad que emana poder perdido, salitre, vistas paradisíacas y el abandono u olvido del pasado. Esperemos que al haber sido declarado patrimonio mundial declarado por la UNESCO en 2012, se ponga en valor su riqueza natural y cultural, fomentar así el turismo y suponga nuevas fuentes de financiación para este país que trabaja por convertirse en economía emergente a nivel mundial en 2020.
Aupa Lander!!! Que pasada, me encanta como lo explicas y las fotos que has puesto... muy interesante todo lo que cuentas y como lo cuentas... me recuerda al documental "Un mundo aparte"... y... hechabas de menos el mar eee, ya sabia yo... me alegro de que hayas disfrutado de ese momento... Aurrera ta animo!!! Besarkada haundi bat!!! Bixen.
ResponderEliminarEstupendo reportaje,Lander. Ya casi hasta he olido ese mar.Las fotos, estupendas, como siempre. Te veo feliz y eso me gusta. Muxu haundi bat.
ResponderEliminarLoly
kaixo Lander! Beti gauza bera ipintzen dut, baina egia da, oso interesgarria da idazten duzun guztia. Argazkiak ere oso politak, hasierakoa herri osoarena mundiala da! Ze toki polita! ikaragarria izan behar zuen, 7 hilabete ondoren itsasoa ikusi eta salitrea somatzea eta usaintzea... eta euro bat baino ez bazkaltzeko? hemen juxtu juxtu ogia,...
ResponderEliminarMuxu handi bat eta lan bikaina!
Asko gustatu zait. Izan ongi!
ResponderEliminarJoseba Romero Oronoz
Hola Lander, ¡menudas experiencias estás viviendo! Y, sobre todo, llenas de mucha cultura. Tienes ya para escribir un libro.
ResponderEliminarMe das mucha "envidia" sana. Lo q pasa q tü eres más valiente q yo.
Un fuerte abrazo y cuídate. Te veo guapísimo.
Silvia
Lander el reportaje maravilloso como siempre y las fotos preciosas menudas experiencias, me alegro hayas visto el mar y asi te quitas un poco la morriña.Un beso grande tu vecina Ana
ResponderEliminarA ze enbidia!!!! Batez ere kafetxo horrena!!! Jeje!!! Itzultzean emengo kafetxo batekin idazten duzuna zuri entzuteko geratuko gea!!! Ta luze bada lasai spaguetiak segituan prestatuko ditugu!!!!!! Muxuak bihotzez!!!
ResponderEliminarEkiñekin irakurtzen dut eta gauza asko esplikatu behar zaizkio... Lan ederra duzu etortzean!!
A ze enbidia!!!! Batez ere kafetxo horrena!!! Jeje!!! Itzultzean emengo kafetxo batekin idazten duzuna zuri entzuteko geratuko gea!!! Ta luze bada lasai spaguetiak segituan prestatuko ditugu!!!!!! Muxuak bihotzez!!!
ResponderEliminarEkiñekin irakurtzen dut eta gauza asko esplikatu behar zaizkio... Lan ederra duzu etortzean!!
Ze opor politak!! aprobetxatu egunak txapeldun!!! Muxu!!
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