Antes de leer esta parte, es conveniente leer la primera parte de la entrevista:
"Tenemos miedo"
De repente, algo me chocó. Dios es bueno, como dijo Jesús, así
que lo que no hace daño es lo que Dios quiere, por ejemplo, los amuletos, la
tradición... Porque nosotros, los Senufo - no tengo miedo de decirlo – también tenemos
miedo. Incluso nuestros padres
musulmanes no pueden confiar únicamente en Dios sin hacer sacrificios,
adoraciones, hacer preguntas a magos (les marabouts)… Es
muy difícil.
RD- ¿De qué tienes miedo?
DC- A la muerte, al envenenamiento, a los
celos, a los malos espíritus. Creemos
que vienen a hacernos daño. A
veces, tenemos miedo de los sueños, creemos que los manda un genio, el genio de las
aguas estancadas o el del arbusto... Así
que tenemos que interpretarlos para anticiparnos a los peligros, encontrar formas de
abordarlos y espantarlos por medio de sacrificios.
Seguía leyendo y entendí que Dios puede
hacer cualquier cosa por quien realmente cree en Él: es más fuerte que Satanás,
pues expulsaba a los malos espíritus de los endemoniados, sanaba a los ciegos. En la Biblia se dice que Dios es más
fuerte que cualquier otra cosa. Eso
me marcó mucho, y pensé en esos amuletos que llevaba conmigo, que me protegían. ¿Por
qué he de tirarlos? No hago
daño a nadie, no mato a nadie, es sólo para mí, para protegerme. Puedo seguir rezando e ir a la iglesia
con ellos.
Pero un día fui a la iglesia y a la salida
estaba conmocionado. Me dije “cuando vengo delante de Jesús con estos
amuletos, ¿cómo me ve? Sé que no quiere que le adoremos con falsos dioses y sé
que estos amuletos, como dice la Biblia, son cosas naturales, fabricados por el
hombre. Es Dios quien hizo al Hombre y éste, por su inteligencia, fabrica cosas
para protegerse. ¿Es normal que adoremos cosas como adoramos a Jesús?”. Sé lo que sentí en mi interior, pero no puedo explicar con palabras cómo he sentido eso.
RD- Has dicho: "eso me marcó".
D C. - Un shock, pero no puedo explicar lo
que sentí. Durante la mayor parte
de la semana me tenía inquieto. El
domingo siguiente, me quedé pensando en quitarme eso de encima, pues
estas cosas no me pueden servir si confío en Jesucristo. Pero, ¿cómo rechazarlos, si todavía
les tengo miedo? Si los echo, me
traerá mala suerte, caeré enfermo, no estaré protegido contra los malos
espíritus... Entonces me digo a mí mismo: "Si creo, Jesús me protegerá”. Me hacía preguntas de ese estilo.
El domingo siguiente, llevé los amuletos para
la oración y le pregunté a Michel qué podíamos hacer. Él dijo: "Depende, es muy
complicado. Mientras no tengamos
fe, no se pueden tirar todas las cosas que nos protegen, pero siempre se debe
orar a Dios: tal vez te ayude un día”. Oré,
pero fue muy difícil tomar la decisión... Tenía miedo. Quizás me animara
algún día.
Una larga lucha
RD-¿Cuándo fue eso?
DC- Fui bautizado en 1974 y sería 1969, cuando empecé a pensar en tener amuletos y fetiches. Fetiches, realmente tenía
muchos y cuando me pasaba algo, creía que me protegían, incluso a través de los
sueños. Pero me decía:
"Jesús es más fuerte que los fetiches, fabricados por los hombres y sé que
sus poderes vienen de Satanás, porque no son capaces de hacer el bien”. Decir que los fetiches no tienen
ningún poder… tenía miedo. He de reconocer que llevaba esos amuletos escondidos
hasta mi bautizo. Quería deshacerme de ellos. Pedí
consejo a Michel. Me dijo que si tenía miedo de tirarlos así como así, que podía
echarles un poco de agua bendecida y ya está. Y eso es lo que hice.
Más fuerte que el
otro fetiche
Pero tenía un fetiche que no podía tirar. Era un padre que me había dado y era
el más poderoso. Pensé: este
fetiche no puede salvarme, porque el hombre, independientemente de sus
conocimientos, no puede resistirse a la muerte, y tras la muerte ya no hay
fetiches, no tienen poder, no sirven para nada: solo te encuentras frente a Dios.
Eso también me llevó a un estado de shock. Un día decidí: lanzaré este fetiche. Y cuando se me ocurría la idea, no
podía dormir. Primera, segunda,
tercera noche… Un día me desperté de noche y me pregunté: "Bueno, Dios,
por lo menos sé que soy débil. Tenía muchas ganar de deshacerme de él". Pero le
temía. Aún así, me armé de valor: en
el nombre de Jesús, con agua bendita, mato la fuerza de este fetiche y le pido
a Dios que me de fuerza para que no tenga miedo nunca más. Me llevó meses
perder el miedo a ese fetiche. Rezaba muchísimo. ¡Como el sacrificio de Jesús
no hay nada!
Todavía tengo momentos de miedo: tiré mi
favorito, ¿qué pasará después? Me
dije: "¡Ya está bien! Sé que
Dios es más fuerte, Jesús es poderoso, y si siento miedo, le rezaré". No tengo ninguna duda: la oración es el único arma cristiana.
"Tuve valor de decírselo a mis
padres"
He tenido el valor de decirlo, incluso a
mis padres: "No voy charlatanear y a hacer adoraciones, pero eso no quiere
decir que no pueda obedecer: si la familia ha de hacer algo de la manera
tradicional, participaré, pero que sepan que no le doy importancia".
Por ejemplo, si mi madre me dice:
"Voy a hacer adoraciones, a hacer un sacrificio, ven conmigo", no me
niego, sino que le acompaño y voy, pero una vez le dije: "Bueno, yo no creo en eso. Sé que
Jesús nos ha cambiado todo. Lo
que ofrecemos a Dios como un sacrificio, es el Pan, en el que sabemos que Jesús
ofreció por nosotros, en misa confiamos a Dios todo lo que pensamos. Por lo tanto, lo que hace, lo hace de
acuerdo a su fe, les acompañaré como miembro de la familia, pero yo no me lo
creo".
RD - ¿Cuál fue la reacción de tus padres?
DC- Siempre decían: "No te podemos
obligar, eres adulto”. Yo había descubierto algo importante: aunque no
creía ya en nada de eso, como católico, el respeto a la familia era un valor a mantener. Si tenía que acompañarlos
a algún rito, lo hacía, si tenía que matar un pollo o dar dinero o cola a
alguien, lo hacía. Pero no creía en su poder.
... CONTINUARÁ...
Anselme Semi, "Zôkô, Emi Yame" (Emi Yame = Oh, Dios mío!)
Bellas reflexiones, que no viene mal tener en cuenta y repasar . Cuanta sencillez y claridad en la forma de expresar su experiencia. Muchas gracias.
ResponderEliminarAh! ...y ya estamos esperando la tercera entrega.
Muxu haundi bat.
Loly.
Kaixo Lander! Istorio polita, berriro ere hurrengo atalaren zain geratzen naiz.
ResponderEliminarMuxus
Desde la sencillez nos habla de Dios. CONFIA esa es la ldccion. Javier
ResponderEliminarUn relato para reflexionar...
ResponderEliminarBesarkada haundi bat!!! Bixen.
Que bonito todo este relato con que sencillez ya tenemos materia para reflexionar, muchas gracias por todos las cosa tan bonita que nos envias. Un besote grande tu vecina ANA
ResponderEliminarQue bonito todo este relato con que sencillez ya tenemos materia para reflexionar, muchas gracias por todos las cosa tan bonita que nos envias. Un besote grande tu vecina ANA
ResponderEliminarQue bonito todo este relato con que sencillez ya tenemos materia para reflexionar, muchas gracias por todos las cosa tan bonita que nos envias. Un besote grande tu vecina ANA
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