lunes, 26 de agosto de 2013

DE PASEO POR EL BARRIO COCODY

Aprovechando que Alphonse tenía un acto en la UCAO (Universidad Católica de África Occidental, única universidad católica de este rincón del mundo), pues representaba al colegio Sainte Elisabet, dirigido por las Hijas de la Cruz y que ha obtenido los mejores resultados de todo el país en el BEPC (examen oficial que permite acceder al instituto).


Aparcamos el coche en la misma Universidad y le acompañamos al acto. Una fanfarrea nos recibe a la entrada. Justo acababa de entrar el Ministro de la Educación para la entrega de diplomas y certificados. Vendedores de diferentes editoriales exponen sus libros. Otros colegios, de otras regiones de Costa de Marfil, exponen productos del país: telas, aceites, collares… Alphonse me hace un bonito regalo: una Cruz, de la región de Man (Oeste). Y es que… mi hermano Javier me regaló una cruz misionera la última vez que nos vimos, en la estación de Chamartín de Madrid, pero un buen día, volviendo del trabajo en moto, se ve que la cadena se rompió. Me dio mucha pena, pues era una Cruz muy especial. Pero así es la vida…

Alphonse tenía que acudir al acto, así que nuestro amigo Issa (que, aunque sea católico de familia musulmana, significa Jesús en árabe) y yo, dirigimos nuestros pasos por una ruta nada planificada por el barrio de Cocody de Abidjan.

A Cocody le llaman la “Neuilly à la tropicale”, por su vocación residencial de alto standing. Durante los años 50, este barrio fue elegido para acoger los administradores y empleados administrativos franceses y marfileños ricos. El Plateau, barrio administrativo y corazón de las finanzas, se veía sobresaturado y sin terrenos debido al boom económico que conocía la ciudad. Originalmente de clase media, Cocody se convierte por su encanto en sede de las principales embajadas y residencias oficiales: la cornisa hacia la laguna, una zona verde, con árboles y flores. Zona residencial de blancos y burguesía marfileña, actualmente, ha perdido un poco ese encanto que le caracterizaba por los robos generalizados en 2004 y el gran incendio del mercado. A día de hoy, se le considera una zona “chic” con el defecto de ser un barrio-dormitorio.


Pero volviendo… empezamos a andar, como deambulando, sin saber bien a dónde dirigirnos. Al rato, vemos a unos guarda-jurados. Nos fijamos y nos damos cuenta de que estamos en la sede central de uno de los tres partidos más importantes de Costa de Marfil, el PDCI-RDA (Partido Democrático de Côte d’Ivoire). Se trata del partido de Houphouet-Boigny, primer Presidente de la República de Costa de Marfil. Nos acercamos un poco a la entrada, pero el guarda-jurado nos exige unas monedas, algo muy africano. Le respondemos que no tenemos monedas, y era verdad. Enseño mi monedero vacío, y éste se va, un poco decepcionado. Unas bonitas instalaciones, con un elefante de piedra en la entrada.



Seguimos la calle, con edificios muy altos a ambos lados. Veo un kiosco donde pone “prensa internacional”. Me acerco, pregunto si tienen “El País” (como entenderéis, no tendrán el Deia o Noticias de Gipuzkoa), y me dicen que no. Miro un poco todos los periódicos y solo tenían prensa de Costa de Marfil. Sonrío y seguimos hasta llegar a una gran rotonda. A la izquierda, un montón de gente bien vestida. Se trataba de una boda en la Iglesia del barrio: creo que se llama San Pablo. Como en prácticamente en todas las parroquias de África, en esta también hay una sencilla y bonita gruta para la Vírgen María.


Al salir, nos dirigimos hacia el mercado, bastante destartalado y repleto de pequeños locales. Todos salían para llamar tu atención, invitarte a entrar sin compromiso… Me recordó muchísimo al Gran Bazar de Estambul, aunque en versión muy reducida. A la salida, una montón de taxis amarillos (cada barrio de Abidjan tiene taxis de un color determinado), aparcados de mala manera, sobre barro… Un caos!


Nuestro paseo continúa… Vemos desde fuera la sede de la RTI (Radio-Télévision Ivoirienne), que estaba rehabilitándose, ya que durante la crisis post-electoral de 2010, sufrió de lo lindo. Justo al lado, casi pegado, una escuela de formación de periodistas, ISTC (Instituto de Ciencias y Técnicas de la Comunicación). Nos acercamos a otra zona comercial. Mujeres al borde de la calle, vendiendo sus pocos productos, entre los que había cacao, caracoles de mar, otras cocinaban, niños comiendo… Y justo enfrente, el allocodrome, un gran espacio donde se come alloco (plátano dulce, que se come en cuadraditos calientes).




Y de esta manera, volvemos hacia la UCAO, mientras pasamos delante de diferentes embajadas y grandes edificios de estilo soviético (curioso, pues Côte d’Ivoire nunca fue un país pro-soviético), algunos llenos de mugre, con vallas publicitarias (al loro: un edificio muy sucio anunciaba el jabón OMO…).


Un bonito paseo, sobre todo en buena compañía, en uno de los barrios más famosos de Abidjan. Y para rematar, nada mejor que una comida, al borde de la carretera, en fraternidad, para reponer fuerzas. 

3 comentarios:

  1. Kaixo Lander! Zer moduz? Oraingoan ere, artikulu interesgarria! Azkenean idazten duzun guztiarekin gehiago jakingo dugu Afrikaz, gure ingurukoaz baino. Muxu handi bat

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  2. Aberasgarria benetan! orain arte idatzi duzun guztia bezela! horrela jarraitzen baduzu ez da munduan paperik geratuko bizitutako guztia liburutan inprimatzeko.... Muxu!

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  3. Aupa Lander!!! Muy interesante lo que escribes, tu forma de escribir me gusta y las fotos siempre mostrandonos los detalles... Eskerrik asko!!! Besarkada haundi bat!!! Bixen.

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Me comentáis la noticia? Gracias!! Eskerrik asko! Focheena!