domingo, 3 de noviembre de 2013

SERPENTEANDO EL MERCADO DE KORHOGO

Korhogo, sábado 2 de noviembre de 2013.

El sol luce con todo su esplendor al despertarme, prometiéndonos un día caluroso en todos los sentidos. Y efectivamente, así lo fue. Marta y Cristina llegaban a nuestra casa gracias a la inestimable colaboración de Habib, que nos prestó su coche y su disponibilidad para acoger a estas dos misioneras madrileñas que llegaron hace casi dos meses a Daloa, en el centro de Costa de Marfil. No las conocía en persona. Pude contactar con Marta estando ella aún en Madrid, gracias a Mertxe, una hermana Mercedaria Misionera de Berriz a la que no veo desde hace años. Así que estos días me he convertido en anfitrión, junto con mis hermanos Senufo.

Sábado... y tocaba día de mercado en Korhogo. Teníamos que aprovechar la ocasión y entrar en ese espacio-mundo de caos ordenado y convivencia entre las dos etnias presentes: los Senufo y los Dioula. 

Los mercados senufo surgieron de la necesidad de intercambios directos en el interior de cada localidad, por lo que cada localidad y pueblo posee un mercado. Los protagonistas son esencialmente femenina y local y en su día, estos intercambios no tenían por objetivo tener ganancias económicas, sino intercambiar los productos que producía la familia y así conseguir mediante trueque lo que necesitaban. Los mercados se desarrollaban en una plaza céntrica, plaza de transacciones, llamada "Tyéplé".

Los mercados o Tyéplé no se reducen al pueblo o localidad, sino que son mercados de ámbito regional e itinerante. Y es que, efectivamente, se desarrollan con una periodicidad de 6 días. Cada día se celebra un mercado en una determinada localidad. Es decir, el 2 de noviembre era día de mercado en Korhogo, por lo que el siguiente mercado de Korhogo se celebrará el día 8, viernes. Hoy se estará haciendo mercado en otra localidad, y mañana en otra... Con la periodicidad de 6 días, los mercados se organizan de tal manera que los participantes no tengan que andar más de 3 horas (a pie, aunque hoy las camionetas mejoran las comunicaciones). Por lo tanto, el País Senufo está subdividido por zonas mercantiles cuyo centros de actividad son las grandes ciudades o grandes pueblos como Korhogo, Sinématiali, Ferké, etc.

Lo más llamativo es que la policía no está presente. En caso de robo o trampeo, la gente se abalanza sobre "el impostor" y lo lleva hasta la casa del jefe tradicional donde será juzgado bajo el árbol de su patio.

Pues bien, volviendo a nuestra mañana korhogolesa. Habib lleva a Edith, que tenía que hacer compras, Cristina e Issa (mi buen amigo y hermano) y yo llevo en moto a Marta. Tras despedirnos de Edith delante del mercado, nada mejor que tomar un buen café antes de adentrarnos en un laberinto de callejuelas repletas de gente, mujeres sobre todo. 

(Entrada al mercado de Korhogo)

Os presento pues unas fotos significativas con una breve explicación.

El Pueblo Senufo, al ser un pueblo agrícola, dispone de verduras. Esta mujer vende los suyos: cebollas, tomates de pequeño tamaño y un producto muy local, el iñame (ignam en francés), un tubérculo similar a la patata, pero marrón y de gran tamaño.  

Este señor vende diferentes tipos de cebolla, muy utilizada en la cocina local. 

 Un condimento para numerosas salsas: el pescado seco, que se destroza y machaca para dar sabor a las mismas.

Esta mujer, junto con su familia, vende numerosas plantas, troncos y hojas, todos ellos medicinales, aunque también sirven para las comidas. Un pueblo agrícola y con creencias animistas conoce mejor que nadie las propiedades terapéuticas de cada regalo que da la naturaleza. 

Puesto de naranjas y mandarinas. Aquí son siempre verdes y amarillas, por dentro y por fuera, pero tienen un sabor buenísimo. 

 Estas mujeres ofrecen diferentes especias y granos para la cocina.

La electricidad es un lujo, por lo que generalmente se cocina con carbón. Cada saco que véis cuesta 2.500 Francos CFA (alrededor de 4 euros). 

Entre puesto y puesto, siempre hay alguna mujer cocinando para venderlo al momento, por si alguien necesita picar. Esta cocinaba unas bolitas de carne que, por su sabor, parecía hígado. 

Imposible concebir la gastronomía africana occidental sin el producto estrella: el pimiento picante, el chile. La gente compra grandes cantidades, ya que es inconcebible comer algo que no sea picante. 

Esta mujer expone sus "arachides", fruto seco que al tostarlo se convierte en cacahuete. Producto muy frecuente en esta zona, tanto en las comidas (con la salsa arachide) como para picotear, frescos o tostados. 

Estas viejas (recordemos que llamar viejo aquí es reconocerle prestigio, honor y admiración) venden granos de karité, unos granos que sirven para hacer una masa llamada "mantequilla de karité", que puede utilizarse ligeramente para la cocina pero sobre todo como pomada reparadora de la piel. Los masajistas locales utilizan el "beure de karité". 

Alfarería variada. Siempre hecha por mujeres, ya que los Senufo creen que las obras de creación del universo se atribuyen a una divinidad femenina.

Frutas secas y despiezadas para aderezar los platos. Siempre se les atribuye fines terapéuticos. 

El símbolo de África Occidental por excelencia: la calabaza. Recipiente que sirve para compartir agua y dar la bienvenida. También sirven para hacer pociones con los productos del Bosque Sagrado. 

Antes os enseñaba los granos de karité. Pues bien, así es la mantequilla, que se vende por kilos. Un kilo cuesta alrededor de 600 Francos CFA, algo menos de un euro.

En esta esquina hombres y mujeres cortan los iñames (incluso sin mirar, a golpe de machete). Los venden ya cortados en cubitos. 

Otro producto estrella, no del País Senufo, sino del Sur de Costa de Marfil: la banana. Tanto para comer fresco o para cocinar. Los hay dulces y menos dulces (los menos dulces sirven para hacer el "alloco", el acompañamiento típico en esta parte de África). 

Venta de pescado ya frito. Como veis, las medidas de higiene son más bien limitadas. 

La carnicería, donde venden sobre todo pollo, ternera, buey y cordero.  

"Pâte d'arrachide", es decir, la pasta del arachide (para hacer cacahuete) que cociéndola con algunas verduras y carne, se convierte en crema de cacahuete. 

Miles de especias vendidas en pequeños sacos.

Como veis, el mercado de Korhogo es todo un universo, donde también se venden telas, ropas y cachibaches (sacos para sacar agua del pozo, cuerdas, etc...).

Mi prima Arantza me dijo una vez que solo con visitar el mercado de una ciudad es posible conocer cómo es la gente y la tierra. Y así es. El mercado es un universo donde conviven Senufos y Dioulas. Los Dioulas, pueblo nómada y comerciante, son especialistas en hacerse dinero. Los Senufo aún conservan ese afán de no enriquecimiento, sino de supervivencia. Hoy, lógicamente, el trueque ha desaparecido. Pero el valor y el espíritu perviven en ese espacio caótico y sin ley. Un espacio que cada vez más se ve sometido a la "invasión" de productos ya fabricados en el extranjero.

Una preciosa mañana en la que el calor era tal que acabé con la camiseta totalmente sudada, pero eso era lo de menos. Lo realmente importante es lo que vimos y sobre todo, la compañía. Una compañía inmejorable.

5 comentarios:

  1. Hola Lander:
    Soy Margarita hermana del P. Ramón, nos gusta mucho todos tus comentarios.La experiencia vemos que es estupenda. Te deseamos te mejores de esa otitis. Nos veremos por Irún alguna vez,o por Zaragoza
    donde tienes tu casa. Un abrazo de esta familia.

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    1. Estimada Margarita:
      No acostumbro a responder a cada comentario que me dejan, pero esta vez he de hacer una excepción a la regla.
      Me alegro que os guste lo que comparto. Es una experiencia dura y maravillosa a la vez.
      Y además, he de decirte que para mí Ramón ha sido y es una piedra angular de esta experiencia. Una verdadera amistad me une a él. No lo conocía y he descubierto una persona fabulosa, comprometida... un verdadero sacerdote! Y no tengo duda de que la familia es como él.
      Gracias por la invitación. En un mes estaré ya en Irun. Tendremos ocasión de compartir un rico café.
      Muchas gracias por el comentario, me ha hecho mucha ilusión. Mi abrazo más cálido y sincero para tí y el conjunto de la familia.

      Lander.

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  2. Querido Lander:
    Una vez más gracias a ti hemos sabido un poco más de ese lugar donde vives y de sus gentes. Por momentos he olido y casi saboreado los distintos productos y casi me ha parecido que estaba allí contigo como una vez hace unos años (cerquita, en Burkina). Te mando un abrazo enorme, muchos besos para compartir con las personas con las que estás cada día y todo mi cariño.
    Anakorda

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  3. Kaixo Lander! Ederra! Zure deskribapenei esker, azokatik ibili naiz. Mexikon ikusitako azokez gogotatu naiz!
    Muxu goxoak....

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  4. Hola Lander, muchas gracias por todo lo que nos envias, el mercado tiene mucha variedad de productos, y con las fotos tan bonitas parece que nos transportamos a ese lugar y al mismo tiempo aprendemos un poco mas de esa cultura, que es muy interesante.Un besote grande tu vecina Ana

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Me comentáis la noticia? Gracias!! Eskerrik asko! Focheena!