sábado, 18 de mayo de 2013

LA VIDA DE LA CALLE

Miércoles por la tarde. Mi jornada en el centro Don Orione terminó, como cada día, entre las 17.30 y las 18.00 horas. Como no tenía ningún compromiso, decidí volver a casa directamente. Y cuál es mi sorpresa… que a los cinco minutos de llegar, se va la electricidad (un amigo de la familia avisa que no hay electricidad en todo el país). Una faena tras un día de calor sofocante. Sin ventilador, sin luz, pero con la casa achicharrante bajo el techo de hojalata, lo mejor es sacar una silla a la calle y contemplar la vida. Dejarse sorprender por la compañía de mujeres y niños.

Allí estaban Edith, la “madre” de mi familia junto con la vecina. La vecina vendía pequeños pasteles (de estilo magdalena) en la puerta de su casa, a la espera de algún niño que le comprara algo. Al lado, Edith aprovechaba para desgranar el arroz, retirar los granos malos, mientras ambas conversaban y controlaban desde el rabillo del ojo a los pequeños. Me llama la atención que en su conversación, repiten una y diez veces lo mismo: pequeños chismorreos, historietas, experiencias del pasado… Una manera de “matar” el tiempo. Me resulta agradable, esa vida sencilla, esa vida “en comunidad”, en una calle llena de polvo y arena, rodeada por casas más que básicas pero habitables.


De mientras los niños jugaban, por momentos alguno venía corriendo a estrecharme la mano y volver a irse. Algunos se sorprenden ver una persona blanca no ya en Korhogo (se pueden contar con las manos), sino en su barrio (Quartier Sinistré) y en su propia calle! A lo lejos oía la famosa palabra en senoufo, “toubabou” (blanco). Los pequeños son unos pequeños trastos, y me hacen partícipe de sus juegos. Principalmente, son dos los juegos: saltar mientras cantan y, sin motivo alguno, darse una patada o un golpe para provocar una pelea y así “matar el tiempo”. Al ver el primer cachete, intento enfadarme y separarlos. Pero Edith me dice que es un juego, que en realidad no se hacen daño y es una forma de divertirse. Observo… y tras la pequeña pelea, todos tan amigos! Curioso, cuanto menos!




Y así pasan horas y horas… vivir matando el tiempo de alguna manera. Pero a pesar de que esta vida pueda resultar aburrida y monótona, sin ninguna motivación, no lo es. En sus cabezas, pero sobre todo en sus corazones, atesoran algo muy importante: un armamento de buenos sentimientos, anhelos y sueños, esperanza y orgullo por lo que son.



4 comentarios:

  1. Todo tan sencillo... creo que son felices a pesar de todas las dificultades, todos los obstaculos que puedan tener... esa felicidad sencilla y tan humana... esa vida "en comunidad" que aqui se esta perdiendo y casi ni se ve... Te veo bien Lander y me alegro! Besarkada haundi bat! Bixen.

    ResponderEliminar
  2. Con que poca cosa se divierten y parecen tan felices, en las fotos del Bautismo estas estupendo,el domingo que viene tengo comunion de mi nieta Marina un dia importante para ella y la familia te lo cuento porque la hece en Betheran,Un abrazo fuerte y que sigas bien tu vecina ANA

    ResponderEliminar
  3. Algo tan sencillo y tan rico a la vez!!!!!Dejarse sorprender por esos niños y mujeres que llevan una vida sencilla pero alegre y valorando la compañía de los otros.Qué lección!!!!!Vive con intensidad todos esos momentos, exprímelos al máximo,DISFRÚTALOS (aunque con certeza lo estarás haciendo.
    Me ha encantado la música de los juegos y la del último video......
    Un abrazo muy muy fuerte y miles de besos para compartir....
    ANA AKORDA

    ResponderEliminar
  4. Kaixo LAnder!
    Zergaitik esaten dugu gauza gutxirekin dibertitzen direla? Mundu honetan zer dago ederrago laguntasuna baino?.....Dirua, gauza materialak..... Bizi garen mundu "aurreratu honetan" oinarrizko baloreak galtzen ari gara zoritxarrez? Eta zuk ipinitako bideoak ikusten ditugunean konturatzen gara.
    Muxu handi bat

    ResponderEliminar

Me comentáis la noticia? Gracias!! Eskerrik asko! Focheena!