lunes, 9 de septiembre de 2013

ACEITE DE PALMA

La agricultura es el motor de la economía de Costa de Marfil. Primer país productor de cacao e importante productor de café,  Pero conocemos más o menos estos productos. El 68% de los trabajadores del país se dedican a la agricultura, aunque la mayoría lo haga no como trabajo sino como supervivencia.

Pero, ¿qué están haciendo estas dos personas? Hablemos del aceite de palma, un producto básico para la población marfileña y de África Occidental, tan básico que en junio se celebró en Abidjan un congreso internacional sobre el aceite de palma, fuertemente contestado por países europeos.



Costa de Marfil se sitúa en 5º lugar de la producción /(detrás de Indonesia, Malasia, y exportación del aceite de palma: el 75% se consume en el ámbito local-nacional y la tasa de exportación asciende a 25% (a los países del UEMOA -Unión Económica y Monetaria de África Occidental-, como Burkina Faso, Togo, Mali, Senegal o Guinea Bisau). Según el tratamiento del aceite, se puede transformar en carburantes, bio-gas o alcohol medicinal), pero generalmente se emplea para producir aceite comestible, margarina o jabón. 

Una palmera da fruto dos veces al mes durante todo el año, y produce entre 25 a 35 años. Sin embargo, alrededor de 20 a 25 años, las palmeras son muy altas y se hace difícil recoger las nueces de palma, por lo que se talan. El tronco se utiliza sobre todo en la construcción de viviendas. En otros casos, las plantaciones se queman para ser replantadas, aunque esta práctica tiende a ser prohibida.

El aceite de palma ha sido objeto de litigios internacionales, pues gobiernos occidentales han declarado que es un producto nocivo para la salud y riesgo de deforestación. Pero, mi opinión es que muchos productos son nocivos para la salud si se abusan de ellos. ¿Por qué poner en riesgo el trabajo, la cultura, incluso el arte de producirlo? Y si se produce en cantidades razonables para no deforestar toda la selva... (más aún si es para consumo propio).








Y he aquí como este chico, de cuyo nombre no recuerdo, trepaba por la palmera con su machete, para cortar las almendras de palma. Chico al cual he de agradecer por llevarnos a sus terrenos, donde nos enseñó sus plantaciones, su casa y su familia. Una vez más, qué gran verdad: "Oh, saludo tierra de esperanza, país de la hospitalidad...". 








3 comentarios:

  1. Kaixo Lander! Artikulu interesgarria! Ze lana olioa lortzeko! Argazkiak oso politak dira! Zenbat gauza ikasten ari garen idazten duzunarekin!
    Muxu handi handiak

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  2. Quiero denunciar una foto que hay por ahí... jajajaja. Muy interesante como siempre... tu Perli

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  3. Aupa Lander!!!

    Muy interesante todo lo que escribes... por las fotos parece duro el trabajo... y la vista desde el aire... que paisaje!!!

    Eskerrik asko!!! Besarkada haundi bat!!! Bixen.

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Me comentáis la noticia? Gracias!! Eskerrik asko! Focheena!